domingo, 27 de junio de 2010

C.R.A.Z.Y.

Título: C.R.A.Z.Y.
Año: 2005
Dir: Jean-Marc Vallée
Rep: Michel Côté, Marc-André Grondin, Danielle Proulx, Émile Vallée
Prod: Cirrus Communications



El director canadiense Jean-Marc Vallée sorprendió a todos los festivales a los que presentó su original y atrevida C.R.A.Z.Y. No salió de ninguno sin al menos una nominación. De la mano de un director que antes de esta obra era poco conocido y apenas había realizado un par de películas. Después del estreno de C.R.A.Z.Y fue reconocido por la crítica y por los productores independientes, dandole de este modo la oportunidad de abrirse a un cine de mayor presupuesto, dirigiendo cuatro años más tarde La joven Victoria.
Esta película nos habla de la homosexualidad, de la familia, de la negación de uno mismo, de la religión y de la magia desde un punto de vista poco corriente en un guión cinematográfico. El film nos cuenta la vida de Zachary Beaulieu, hermano pequeño de 3 varones, que más tarde serán 4, y en la que tendrá que convivir en el seno de una familia atípica y variopinta, como son en realidad la mayor parte de las familias. Con una madre muy religiosa y un padre de mirada cerrada, crece con la confusión de temer convertirse en homosexual. A medida que va creciendo el espectador ve cómo efectivamente, Zach tiene tendencias homosexuales que su padre no aprueba y que él mismo desconoce. El protagonista niega ese lado de sí mismo durante gran parte de la película, y nos vemos inmersos en el sufrimiento de la lucha contra sus propios impulsos y nos sosprendemos por su autocontrol casi inhumano.
La película empieza con mucha fuerza y tiene una primera parte muy buena. Vemos cómo Zach va creciendo, van surgiendo las dudas y los conflictos consigo mismo y con los demás; sus hermanos, su padre, su amiga, la gente del instituto. Durante ese periodo en el que poco a poco se descubre a sí mismo el espectador empatiza con el personaje. No obstante, la segunda parte de la película, cuando ya no vive en casa de sus padres, pierde fuelle. Le dan importancia a los problemas del hermano mayor, hace un viaje a Jerusalem que nadie se esperaba y vuelve a tiempo para ver morir a su hermano. Quizá una historia como esta sea más fácil de desarrollar que de terminar.
Esta es una película en la que se nota una realización que sin duda ha sido muy pensada. Planos cuidados, metáforas y simbolismos entre las transiciones de la diferentes edades por las que pasa su protagonista. Se le perdona fácilmente el bajón de interés que pega en la segunda parte de la película gracias al momento de reconciliación entre el padre y Zachary. Tras la muerte de su hermano mayor, mientras suena la canción que se ha convertido en un pequeño leitmotiv de la historia, suena Crazy de Patsi Cline, y ambos de abrazan entre lágrimas.
Un film que por alguna razón recuerda a películas como Casi Famosos, por las frustraciones de ese joven adolescente, que se encuentra en un entorno confuso, y por la selección musical, que se convierte en un personaje más de la trama. Películas como Leólo o Historias de la radio, en las que la familia es un parte esencial del desarrollo no sólo de la historia, sino también del personaje.
De nuevo, pocas películas hablan sobre la homosexualidad como lo hace C.R.A.Z.Y., de una manera honesta, con un personaje tan creíble y atractivo. Un cine que no se parece nada a la crudeza de Misterious Skin pero que comparte con ésta la sensación de que hay algo malo detrás de las inclinaciones de sus protagonistas. Dando una pequeña lección a la sociedad que por un lado crea estas situaciones y por el otro, es espectador de estas películas.

No hay comentarios: